Publicado originalmente en el suplemento cultural Barroco número 676, del Diario de Querétaro del 17 de septiembre del 2017. Foto: Martín Venegas.
El año terrible (Ediciones SM, 2015), libro con el que la autora Tamar Cohen irrumpe en la literatura juvenil, fue escrito en atención al Premio Gran Angular México de Literatura Juvenil, certamen literario de editorial SM: “La verdad, la escritura del libro fue muy algo impulsivo. A mí me detectaron bipolaridad. En el momento en el que yo me encontraba escribiendo la novela me encontraba en una etapa muy maniaca, me despertaba a medianoche y todo era escribir, escribir, escribir…” dice la autora capitalina en entrevista exclusiva para BARROCO, en el marco del Hay Festival Querétaro 2017.
Bajo el influjo de la impulsividad producto de su trastorno, la novela completa la escribió en un lapso de dos meses, “plasmaba ahí todo lo que me pasaba, sin ningún tipo de pudor, ni de miedo, mi intención principal era ponerlo en papel. Cuando la terminé tuve un tiempo de calma en mi vida”.
El año terrible narra la vida de Dana, una adolescente común quien, tras diagnosticarle depresión, tiene que sortear además los problemas propios de la edad. “Dos semanas después de que terminé la novela, era el certamen de la editorial SM”. Fue precisamente el lapso de dos semanas que la escritora utilizó para corregir el texto. “La verdad nunca lo escribí pensando en participar en un concurso. Para mí fue mucha sorpresa que mi novela haya resultado ganadora”.
¿Cuál ha sido la recepción de tu novela?
Muy buena, la verdad, sobre todo entre los lectores jóvenes. Además de la depresión, la novela toca el tema de la sexualidad de una chava de preparatoria. Este tema no es algo que se encuentre de manera recurrente en los libros para adolescentes, sobre todo escrito en un lenguaje tan libre, tan desatado por parte de la protagonista.
Dentro de tu proceso creativo, ¿pensaste en tu lector o simplemente fue la impulsividad por contar una historia?
La verdad es que casi nunca pienso en el lector, sino que más bien pienso en mí, en lo siento cuando escribo. Específicamente en El año más terrible sí se trató de lo que quise poner allí. Siento que si pienso más en el lector mi escritura no sería honesta.
A dos años de distancia, ¿cómo lees El año más terrible?
Es curioso porque lo leo y, a pesar de que me sigue gustando mucho, y de que pienso que tiene mucha calidad literaria (por algo ganó el concurso), dudo de que, si hubiera estado en mis cinco sentidos, hubiera ganado. Mi libro es demasiado transparente.
Los escritores, como seres humanos, son seres perfectibles que arrastran defectos, pero que de alguno u otra manera estos defectos fungen como detonantes. Además de ser un potenciador de tus historias en tu vida, con tu diagnóstico de trastorno de bipolaridad,
¿Qué significa para ti la Literatura?
Para mí la Literatura es mi vida en muchos sentidos. Este libro es específico me salvó, de alguna manera salí adelante gracias a él. Asimismo, creo que mi libro puede ayudar a otras personas.
En la obra, Dana se apropia de una voz literaria cercana a la introspección, en flagrante conexión con el lector adolescente y de todas las edades: “Siento que todavía no me regresan a mi hija, suelta mamá con los ojos llenos de lágrimas, su comentario me da la peor hueva, últimamente anda muy melancólica y cada que estamos solas aprovecha para sacar el tema de mi enfermedad, prefiere no hablarlo enfrente de mis hermanos, porque no quiere preocuparlos, es una estupidez: Yoshi es un bebé y Rubén no tiene conciencia, ni masa cerebral. Lo dices como si una banda de extraterrestres me hubiera secuestrado, le digo para bajarle 5 rayitas a la intensidad del momento. Extraño a la Dana de antes, vuelve a insistir. Quiero vomitar, no te hagas la sufrida má. Me levanta el dedo índice. Me olvidaba que no se te puede decir nada, le digo con la mirada clavada en el plato, sé que le revienta que no la vea a la cara. Mírame a los ojos, Dana, la miro sin parpadear, como hace Rubén cuando la quiere provocar, ¡ay no seas grosera! Me dice con su voz de paréntesis. Mamá se encierra en su cuarto, me quedo haciendo figuras en el plato con el tenedor y la miel, la última es un hacha”.
“La literatura me ha dotado el poder de leer la vida de otras personas, de encontrarle muchos sentidos a la vida: leyendo un libro le encuentro el sentido que a veces creo haber perdido. Y escribiendo historias es como me encuentro, identificándome con mis propios personajes”, comenta la autora de origen judío.
Con Kirén Miret, creadora de la serie Niñonautas, como moderadora. Tamar Cohen participó junto a la también ganadora mexicanas de los premios literarios que otorga SM: Nuria Santiago (Premio Barco de Vapor). A ellas se sumó la narradora y filóloga española Ana Cristina Herreros, también conocida como Ana Griott.
En su participación en el Hay Festival 2017, Tamar Cohen dijo que para escribir Un año terrible tuvo que conectarse con la adolescente que lleva dentro: veía las mismas series y escuchaba la misma música que sus hijos. Además, igual que su personaje, la escritora estaba atravesando por una etapa difícil de depresión, y eso quedó reflejado en la historia.
¿Qué estás leyendo en este momento?
Justo ahorita estoy leyendo Americanah de Chimamanda Ngozi Adichie, lo acabo de empezar, me está gustando mucho. Acabo de terminar un volumen de cuentos de Ignacio Padilla que está increíble. Me fascina la literatura juvenil, me la paso leyendo historias juveniles. Además de que me ayudan mucho para escribir, me apasiono con los temas como si fuera una adolescente. También termine de leer hace poco No le voy a pedir a nadie que me crea de Juan Pablo Villalobos.
Tamar Cohen abundó además en que dijo, para escribir Un año terrible tuvo que conectarse con la adolescente que lleva dentro: “veía las mismas series y escuchaba la misma música que mis hijos. Además, igual que mi personaje (porque yo me hago presente totalmente en el personaje) hago mención de todas las complicaciones que acompañaron mi depresión. Escribir Un año terrible salvó mi vida”, concluyó.