Cuando el cine conoció a la literatura I

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Publicado originalmente en el suplemento cultural Barroco número 592, de El Diario de Querétaro de 24 de enero del 2016.

Corría el año de 1998 cuando, a través de la extinta revista Viceversa, dirigida por mi admirado y estimado Fernando Fernández, tuve mi primer contacto con Harry. Tres años después, una compañera de la universidad me sorprendió leyendo ávidamente aquél libro infantil, de más de poco más de 250 páginas, con una ilustración sencilla, que narraba las peripecias de un chico huérfano llamado Harry Potter quien, tras recibir de forma por demás extraña una misteriosa carta, era invitado a ser parte del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Después de quedar admirado ante la magia narrativa de Harry Potter y la piedra filosofal (Salamandra, 2001) de J. K. Rowling, aventuré una elucubración, misma que el tiempo se encargaría de confirmar: tras su creciente éxito editorial y su posterior adaptación cinematográfica, Harry Potter se convertiría en el fenómeno literario y cinematográfico masivo de la primera década del siglo XXI.

Una cuestión recurrente entre cinéfilos y bibliófilos, que para algunos resulta un debate ocioso, mientras que para otros es una discusión metafísica fundamental, es la disyuntiva de si es mejor el libro que la película, y viceversa. Para la mayoría de quienes han leído La Iliada (Porrúa, 2005) de Homero; El Perfume (Penguin, 1987) de Patrick Süskind; o La insoportable levedad del ser (TusQuets, 2014) de Milán Kundera, por mencionar algunos; y hasta no pocos lectores de Harry Potter, coinciden en que el libro es mejor que la película. Por su parte, quienes han visto Muerte en Venecia (1971) de Luchino Visconti; El Padrino I y II solamente (1972 y 1974, respectivamente) de Francis Ford Coppola; o El club de la pelea (1999) de David Fincher, por citar ejemplos, opinan que la película es superior que el libro en el que se basan.

Si bien desde ambas vertientes estéticas podemos establecer un diálogo metarreferencial e intertextual, es un hecho que la literatura sigue siendo un punto de encuentro para que directores, actores, guionistas, productores, músicos, artistas visuales y demás nos compartan su propia visión de sus lecturas. A continuación, caro lector, presentamos las películas que han sido basadas en libros, a pretexto de la 88ª entrega de los premios Oscar.

El renacido (The Revenant, 2015) de Alejandro González Iñárritu, cuyo guión ha sido adaptado por Mark. L. Smith y el propio González Iñárritu, está basada en la novela biográfica de Michael Punke (Planeta, 2002). Cuenta la historia de Hugh Glass, un cazador estadunidense de finales del siglo XIX quien, tras ser atacado por un oso grizzli, sobrevive recorriendo cientos de millas con una pierna rota, el torso destrozado y una frenética sed de venganza.

Sin embargo, esta no es la primera película basada en la vida de Hugh Glass. En el año de 1971 se presentó El hombre de una tierra salvaje bajo la dirección de Richard C. Sarafian y con guión adaptado de Jack DeWitt.

Si bien la trama de El Renacido podría recordarnos a El Conde de Montecristo (Penguin Clásicos, 2003) de Alejandro Dumas, lo cierto es que la novela de Punke es una magra adaptación de Lord Grizzly (Signet, 1994, sin traducción al español disponible) de Frederick Manfred, un autor norteamericano de las llanuras de Iowa poco reconocido. Por cierto, en ninguna de las dos películas se le otorga el crédito debido a Manfred.

El Marciano, Marte u Operación Rescate (The Martian, 2015) de Ridley Scott, con guión de Drew Goddard, obtuvo siete nominaciones. La trama se basa en la novela de ciencia ficción homónima del escritor autodidacta y bloguero Andy Weir. Si bien intertextualmente el relato original nos remite a Robinson Crusoe (Penguin Clásicos, 2003) de Daniel Defoe, la manera en la que fue concebido el relato del marciano es inquietante.

La historia de Weir, un californiano ingeniero en informática, se ha convertido en un hito literario del siglo XXI. Con formación literaria autodidacta, en el año 2011 Andy Weir solía utilizar internet solamente para colgar sus textos literarios en su blog personal. Fue el relato titulado The Egg el que tuvo una mayor relevancia al grado de convertirse en un contenido viral.

Tras imaginarse un insólito viaje a Marte (Weir está convencido que jamás en su vida sería astronáuta), y animado por el inusitado éxito de The Egg, el autor colgó su relato por entregas de capítulos y de forma gratuita en su blog. Tanto The Egg como The Martian fueron colocados por los propios lectores en la plataforma reddit.com, un sitio de software libre donde los usuarios pueden compartir enlaces y contenidos, con la posibilidad de votar a favor o en contra de lo que allí se comparte. Esto generó una reproducción y distribución masiva del texto y le atrajo a Weir cerca de tres mil seguidores de su blog. Fueron los mismos seguidores quienes se encargaron de hacer comentarios y sugerencias al texto de Weir, a quien le bastaron tres años intensos de investigación acerca de las condiciones geográficas de Marte, de los viajes interestelares, de expediciones espaciales de la NASA y rudimentos de botánica.

Tal vez por sus reminiscencias a las aventuras de Robinson Crusoe; quizás por sus referencias directas a McGyver (aquella emblemática serie de televisión transmitida entre 1985 y 1992, por quien Weir a declarado su total admiración); acaso por el sentido del humor del astronauta Mark Watney (interpretado en la película por Matt Damon); o por la trama que por momentos se confunde entre una odisea espacial y una profunda reflexión filosófica entre el ser, la nada y el tiempo, el relato de Weir atrajo a un inmenso público lector heterogéneo, entre fanáticos de la ciencia y lectores impropios a la ciencia ficción, a nivel internacional.

Fueron precisamente ellos, los mismos lectores-internautas, quienes demandaron la publicación de The Martian en formatos más asequibles para la comunidad virtual. Y así fue. En el mismo año de 2012, Weir accede a publicar su texto en Amazon al precio más barato posible: 99 centavos de dólar.

En poco tiempo, The Martian, la narración del primer hombre que camina sobre la superficie marciana y quizás el primero en morir en el planeta rojo, se convirtió en un éxito de ventas. Incluso, la versión del relato en Amazon superó a las descargas gratuitas disponibles en reddit.com, algo inusitado hasta el momento. Tras el éxito obtenido, tanto Random House como Fox se pusieron en contacto con Weir para la adquisición de los derechos. En su formato físico, El Marciano (publicado al español por Ediciones B en 2014), se ha convertido en un fenómeno de ventas.

Antes de su muerte, en la película David Bowie es homenajeado por Ridley Scott: un tema de Bowie se toca completo (no diré cual, caro lector) en una escena que funge como epicentro estético entre el cine, la literatura, la música popular contemporánea, algo que los fanáticos crónicos, entusiastas emergentes e incipientes, o los adustos indiferentes a Bowie agradecerán profundamente.

The Egg y otros textos de ciencia ficción de Weir están disponibles en su página personal: galactanet.com

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